viernes, diciembre 28, 2007

Del decir al hacer hay mucho que ver .-


Ha pasado ya bastante tiempo desde que internet está presente en nuestras empresas. En mi caso concreto llevo ya diez años con su compañía. A pesar de que hoy no tenga mucho que ver con los finales de los ’90. Recuerdo que en sus inicios muchos de los usos que hoy son compañeros habituales no existían ni siquiera en la imaginación de sus creadores.
Muchos de los avances han venido gracias a la tecnología, posible hoy pero no ayer. Por ejemplo, los vídeos, las animaciones, las estadísticas de búsqueda, de análisis, la videoconferencia, wikipedia, etc. Por entonces, internet era un escaparate para las empresas y universidades.

Otros muchos son producto de las nuevas utilidades que han nacido gracias a este universo y que no serían posibles de otro modo. Al menos, no dentro de lo que conocemos hoy. Me refiero a los blogs, la prensa virtual, los photoblogs, los foros, el P2P, etc.

Existe un gran debate, continuo incluso y relanzado cada vez que una nueva utilidad se expande entre los usuarios, acerca de las ventajas e inconvenientes de internet. Se habla, por ejemplo de la información y la desinformación. Se llega incluso a decir que la democracia directa llegará gracias de internet, no sólo como soporte sino como revolución conceptual.
Ahora bien, todo esto ocurre en el ámbito social, pero existe también una implicación directa en la empresa. Su presencia es sutil pero no pasa desapercibida al cabo del tiempo. Me refiero a pasar de 0 a 100 en un santiamén, a cursar tres masters en una semana gracias a refritos de artículos pescados en la red, con enfoques divergentes en muchos casos, de mil padres siempre.

Seguro que si les digo que es fácil pasar en un mes de mirar de vez en cuando el cumplimiento del presupuesto de ventas a exigir un business plan con control a través de un cuadro de mando integral de todas las áreas les suena.
La empresa debe estar atenta a esta enajenación, que esperemos que sea transitoria pues existen auténticos especialistas en la empresa en buscar y encontrar las últimas tendencias con la firme voluntad de ponerlas todas en práctica.
¿Y cómo actúan? Habitualmente leen, a través de algún enlace en sus búsquedas o webs habituales, una nota interesante acerca de una nueva herramienta o concepto de gestión. De inmediato se aplican a realizar búsquedas sobre el término o tema, copypastean todo lo que pillan, lo recopilan en un documento y lo enchufan a alguien con la insana esperanza de que lo pongan en práctica ya.

Un pequeño detalle. Normalmente, con mucha suerte, todos los textos no habrán sufrido ni la más elemental lectura por parte del autor de la violación del copyright por lo que la garantía de que el concepto sea fiel a su origen y propósito es mínima, por decir algo.

Y además, la capacidad de estos individuos es muy prolífica, por lo que lanzan siempre los nuevos desarrollos de tres en tres. Bien, estos individuos son muy peligrosos para la empresa. Letales podríamos llegar a decir en caso de que perduren con su empeño y en su empresa durante mucho tiempo.

¿Y qué hacer frente a ellos? Pues algo tan sencillo como aceptar todo lo que envíen, pues siempre envían copia al superior, llamarlos al despacho cuando hayan recogido Ustedes 8 ó 10 ideas y decirle algo así como: enhorabuena, Sr. Pelotez (el apellido propio del individuo puede ser también aceptado), veo que se preocupa Usted por nuestra empresa y su funcionamiento. La verdad es que, vista la calidad y cantidad de los conceptos y herramientas no sé cómo podríamos sobrevivir sin ellas. Hay algunas francamente interesantes.

Y dígame, Pelotez, en su opinión, ¿cuáles de ellos serían prioritarios? Y cuando vean que el fulano se acomoda en el sillón y toma aire, háganlo Ustedes también para no dejar atisbos de duda cuando den Su respuesta. Porque, ¿saben qué dirá Pelotez? Exacto, que no hay ni uno solo prescindible.

Y dígame Pelotez, ¿en cuánto tiempo, de acometer todos a la vez, podríamos tenerlos todos implantados? En ese momento, ensimismado como estará con el esperado y merecido reconocimiento, dirá, algo así como en seis meses deberían estar todos operativos, palabro que tanto le gustará a él, seguro.

Y, dígame Pelotez, habrá pensado Usted en alguien para ello, ¿no? ¿En quién concretamente? Bueno, aquí el fulano le dará mil y una explicaciones acerca de la idoneidad de cada candidato involuntario.

Llegó el momento. Disparen entonces a bocajarro un “Pelotez, aprecio que quiera dar oportunidades para hacer méritos a todos los compañeros que ha nombrado: muy loable y generoso por su parte. Pero, Pelotez, estos desarrollos son vitales para nuestra empresa. Y por ello no puedo hacer otra cosa que asegurarme de que están en las mejores manos. Así que, Pelotez, seis meses y vinculación 100% a sus objetivos anuales. Si, ya sé que Sus objetivos ya han sido definidos pero quiero que se beneficie de Sus aportaciones más que nadie. Otra cosa no sería justa. Y no se hable más. El próximo Viernes la planificación con todas sus fases además de los resultados esperados. Y no me racanee que se los tendré que rectificar.

Seguro que han disfrutado imaginando la situación, ¿no? Seguro que les ha recordado este otro refrán: “De los que saben, cientos, de los que hacen menos”. Ustedes deciden de qué va a vivir su empresa, de saber o de hacer. Yo, puestos a elegir me quedo con todo: la banca gana.

2 comentarios:

ramon dijo...

Sergio: no me había dado cuenta hasta hoy que habías retomado el blog. Además, con tantas ganas.

Me alegro. Echábamos de menos tus "historias" instructivas.

Capitán Gonzo dijo...

Muchas gracias por tus ánimos, Ramón.